Lejos de la realidad: 27

27

Estaba de vuelta en la puerta de Jeff sin decidirse completamente en cuanto a tocar la puerta o directamente tirar sola hacia donde había quedado. No sabía cuantos minutos habían pasado hasta que escuchó el ruido de la puerta abrirse y allí estaba él. Vestía unos pantalones caídos en su cintura y unas zapatillas blancas, pero en lo que al torso se refiere no había nada que lo tapase. Eso consiguió que, durante unos segundos, Ginger no fuese capaz de quitar la vista de sus abdominales trabajados... porque realmente, eso no podía ser genética. Lo único que pasaba por su cabeza era que no había apreciado tan de cerca su cuerpo, de cualquier manera tenía que hacer algo para abrir la boca y que algo, que sonase inteligente, saliese por ella, pero lo más que consiguió fue soltar un simple eh.

"Venga Gin, reacciona, sal del trance... Estás quedando increiblemente ridícula."
Seguía sin decir nada,  su vista subió lentamente desde su cuerpo, pasando por sus hombros hasta sus ojos.

-¿Querías algo? -Jeff fue el primero en hablar y quien observaba a Gin con una mirada que describía exactamente lo que estaba haciendo, burlarse de ella.
- Sí, que te pongas una camiseta es lo que quiero básicamente.
- A ver si lo entiendo... ¿Has tocado a mi puerta para pedirme que me ponga una camiseta? Vale, y si realmente fuese eso para lo que requerías urgentemente a mi persona... ¿Cómo sabías que estaba sin camiseta, Burdock? -Su tono de burla iba cada vez en aumento y eso enfurecía a Gin.
- Eres insoportable...
- Ese es un buen punto.

Jeff se dio la vuelta y entró en la casa dándole la espalda a Gin y dejando la puerta abierta como esperando que ella entrase. Ni siquiera intentó poner un pie en esa casa, no desde que se había golpeado.

-¿Vas a entrar o dejarás que siga entrando corriente? Porque si es así, cierra la puerta.

Con decisión terminó entrando y cerró tras de sí. Por un momento, había olvidado lo que realmente había ido a conseguir, la respuesta. Todavía no era de noche así que estaba en su total derecho de no haberse decidido porque no se había cumplido el plazo, pero necesitaba saber si se enfrentaría sola o acompañada.

Una vez dentro se dirigió a la sala de estar en donde se encontraba Jeff, seguía sin haberse puesto una camiseta, lo que seguía desconcentrando a Ginger y la obligó a ejercer un amplio autocontrol para saber dirigirse directa al tema. Cogió una de las sillas que estaban enfrente de Jeff y se sentó.

-Sí.
-¿Sí que? -las palabras la habían cogido desprevenida.
-Que sí te voy a acompañar, ¿era lo que querías escuchar no?
-Realmente no lo sabes, tal vez venía a decirte que ya no me interesa tu ayuda.
-Ajá, buen punto. Hoy estás lúcida. Bueno, si no querías escuchar un sí me gustaría saber que era lo que venías buscando a mi casa.

No respondió, obviamente Jeff había dado en el centro de la diana y no sabía como quitarle esa rídicula sonrisa de superioridad de la cara así que optó por levantarse y coger sus cosas dispuesta a salir.

-Bueno, a las ocho te recojo. -Y sin dar opción a respuesta abrió la puerta y se dirigió a las callejuelas que le esperaban hasta llegar a su casa.

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Llevaba cinco minutos caminando mientras la tarde caía con cada paso que daba cuando empezó a notar un calor proveniente de su pecho. Al principio no se preocupó pero con el tiempo iba aumentando hasta casi sentir como el mismo fuego.

Me cago en la mierda...

Empezó a quitarse la chaqueta mientras daba saltos a un lado y a otro, pero el calor seguía y empezó a desvestirse a altos niveles hasta quedarse con el pantalón y el sujetador en medio de una de las calles. El calor seguía sin irse y de repente se fijó en el colgante, colocado en el sitio exacto donde más ardía, lo agarró ...

- ¡SANTA MIERDA! -gritó.
-Vaya Ginger, desconocía tu faceta nudista. Seguro que a Jeff le gustará saberlo. -Gin se dio la vuelta lentamente, fijando su mirada en la persona que la había descubierto mientras intentaba taparse lo máximo posible con sus pequeñas manos.
-Eh... hola Logan. -El calor que sentía en su pecho no era peor que el que asomaba en sus mejillas color tomate en ese momento.
-Tal vez te interesaría vestirte -recogió la camisa del suelo y se la tiró añadiendo - o no vaya a ser que te encuentres en un problema.

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