El coche arrancó y dentro reinaba el silencio, ninguno de los tres
se aventuraba a hablar tras la última intervención de Ginger, quien
miraba por la ventana observando el oscuro paisaje que rodeaba el
vehículo, árboles y casas era lo único que alcanzaba a ver gracias
al brillo de la luna llena de esa noche. Ian en cambio, tenía la
vista fija en Gin, el moreno de su cabello recogido en una cola
resaltaba el pálido color de su piel y los grandes rasgos de sus
ojos, recordaba el suave tacto de sus manos aquella tarde en el
parque tras derrumbarse y estar a punto de contarle todo en un sitio
que no debía, probablemente ,para él, ese momento significase mucho
más que para ella ¿eran simplemente amigos no? Eso sí, eran unos
amigos que lo habían compartido todo se suponía pero por su parte,
nunca fue todo, le escondía los negocios de su familia, su primer
beso, sus novias e incluso ahora le escondía el paradero de Kate
algo que solo él y Diego conocían. Que Diego estuviese allí era su
culpa, él le había llamado para contarle todo lo que él recordaba
de la semana anterior y después fue él mismo quien decidió venir a
averiguar que ocurría.
Diego seguía conduciendo, esperaba que Ian fuese el que empezase a
hablar pero en vez de eso no hacía más que espiar furtivamente a
Ginger, ¿qué estaría pasando ahora mismo por la cabeza de su
primo?
- Bueno, visto el panorama desde el retrovisor creo que es mejor que
empiece a hablar yo, se supone que carecemos de tiempo todos.
- Me parece bien. -Fue lo único que salió de la boca de Ginger
mientras seguía observando el paisaje.
- Vamos a ver, yo estoy aquí por una simple razón. Ian.
- Vale, ¿esa es la razón de que estemos dando vueltas en un coche
para decirme que estás aquí para verlo? Es tu familia supongo que
en algún momento deberías verla.
- Aparte de eso, Ian fue quien me llamó. Tras verte en la cama no le
convenció que eso fuese síntoma de una simple caída por la
escalera y me lo contó.
- ¿Eso es una razón de investigación profunda? Ya te dije quien
fue.
- Vale, contigo será mejor empezar por el principio. ¿Tú o yo Ian?
- Yo... no sé como explicarlo. Mejor que seas tú.
- De acuerdo. Primera y única norma, no quiero ninguna interrupción.
Ian y yo no somos de una familia cualquiera, como ya sabes nuestra
familia tiempo atrás era bastante adinerada, no era poderosa por
cualquier cosa si no simplemente sus negocios la hacían ser así.
Era una familia de traficantes, nuestra familia traficaba con
animales no puedo decirte más. Tenía de todo solo le faltaba el
poder, el manejo de todo lo que nos rodea, una parte de nosotros no
quiso entrar al trapo y nos compinchamos con otras muchas familias
para enfrentarnos. Todo lo que te contaron en clases sobre la
historia de la guerra de aquí no es más que una farsa. Fueron
guerras por el poder, nuestra familia ganó la guerra y es por eso
que mi tio -paró un momento y rectificó- nuestro tio es el
soberano ahora mismo. El resto de familias nos vimos en una mala
situación y cuando nuestro tio se enteró de que mis padres habían
confrontado su deseo, nos desterró y esa es la verdadera razón por
la cual tiempo atrás me fui sin despedirme, ni yo mismo tenía una
explicación decente. ¿Tienes dudas hasta ahora?
- Sí, por ahora dos. Si tus padres y los padres de Ian estaban en
contra de ellos, ¿qué razón hubo para que ellos se quedarán aquí
y ustedes os fuérais?
- No nos la jugamos muy fuerte, mis padres decidieron quedarse en el
bando contrario y los de Ian junto con otra familia en el bando que
ahora es ganador de manera que nos informasen de todos los
movimientos.
- Vale, hasta ahí comprendo. Mi segunda pregunta es, ¿qué pinto yo
en todo esto?
- Eso también tiene respuesta. Cuando mis padres y yo nos fuimos de
aquí empezamos a hacer investigaciones y descubrimos que no fuimos
los únicos que dejamos familias en el otro bando para informar de
los movimientos. Nosotros creíamos que ellos no se imaginaban la
revolución que habría pero en vez de eso, ya ellos estaban
preparados para nuestra llegada.
- Sigues sin responder a mi pregunta...
- Tu familia era una de las delatoras.
- Pero... eso es imposible. Mi madre... mi padre lleva años encerrado
mirando las fotos de ella, no hace nada. No mataría una mosca,
estaba herido ese día, yo lo recuerdo.
- Recuerdas imágenes sueltas. Ninguno de nosotros lo recuerda del
todo, ni nuestros propios padres.
- No... eso es imposible... no. No me lo creo. Mi padre puede ser
cualquier cosa pero no sería un traidor, lucharía por lo que es
bueno, lo sé, es mi padre...
- ¡Tu padre te pegó y además me secuestró! -La voz de Ian sonaba
ahora más fuerte que nunca, sus ojos brillando como las llamas de
un gran fuego eran partícipes de su rabia contenida.
- Mi padre me pegó pero …
- No hay peros que valgan Gin, supéralo. Te necesitamos. Además
queda más por contar.
- ¿Qué más queda?
De repente el silencio volvía a reinar, cuando se dio cuenta estaban
de nuevo en el mismo sitio del que habían partido y al fondo podía
ver el coche de Jeff. Soltó un suspiro que contenía desde que
saliron de allí sin darse cuenta y se giró para poder ver a Ian.
- ¡DIME QUÉ MÁS QUEDA!
- Hemos vuelto.
- IAN, DIEGO.
- Mejor ve a descansar a casa, por ahora tienes mucha información y muchas dudas que encallecer.
- NO, ME NIEGO.
- Te están esperando Ginger, te aconsejo que descanses, que reposes con la almohada, en unos días te citaremos otra vez si quieres venir vendrás, si no, no hace falta pero seguro que para esos entonces tendrás muchas dudas que querrás acallar. -El tono de voz de Ian volvía a ser suave. -Y recuerda no contar nada.
- Hemos vuelto.
- IAN, DIEGO.
- Mejor ve a descansar a casa, por ahora tienes mucha información y muchas dudas que encallecer.
- NO, ME NIEGO.
- Te están esperando Ginger, te aconsejo que descanses, que reposes con la almohada, en unos días te citaremos otra vez si quieres venir vendrás, si no, no hace falta pero seguro que para esos entonces tendrás muchas dudas que querrás acallar. -El tono de voz de Ian volvía a ser suave. -Y recuerda no contar nada.
Ginger abrió la puerta que se encontraba a su derecha y salió dando
un portazo, no quiso ni despedirse, ahora mismo no sabía lo que
sentía. ¿Frustración? ¿Nervios? ¿Tristeza? Las lágrimas
empezaron a salir desde que salió del coche pero a medida que se
acercaba al de Jeff la cantidad era mayor y se sentía peor.
Hola!!! Gracias por pasar por mi blog y decirme que te encanta!! Seguiré escribiendo, últimamente estoy algo atareada y no he podido ponerme a escribir. Ahora me pasaré por el tuyo y viendo este capítulo creo que me va a encantar leer el resto de los capítulos :D Yo también te sigo! ^^,
ResponderEliminarHola!! De nada, vale pues espero seguir leyendo desde que publiques jeje!! Vale muchas gracias, te espero por aquí también entonces. Un besito :D
EliminarHola Nora siempre me dejas con la miel en los labios jej!
ResponderEliminarTambién tengo que reconocerlo que se esta poniendo interesante,uhh tantas preguntas y esos amigos que a veces no parecen que son amigos!
En fin me alegro mucho haber leído este capítulo ya voy encajando algo la historia!
Saludos en la distancia! ; )
Eso es lo que me gusta, si no no volverías jeje!!
EliminarPues yo creo que los dos próximos capítulos son bastante ... bueno mejor no adelanto nada, a mi me encantan.
Saludos a ti también guapetona.
Buenas, sí ya lo he visto y te sigo, espero que tu estés haciendo lo mismo :)
ResponderEliminarAhora mismo te tengo en próximas lecturas porque estoy ocupada leyendo otros y escribiendo para el mío y eso, pero en un rato te comentaré que tal me parece una de tus entradas.
Un saludo a tí también.