Lejos de la realidad: 15

15

 Estaba sentado en una silla de madera con un sillín de espuma negro. Abrió un poco los ojos, lo suficiente para descubrir que se encontraba encerrado en una pequeña habitación oscura, las paredes eran negras y en el centro se encontraba él, él y un pequeño foco que apuntaba directamente a su cara. No se diferenciaba dónde estaba la puerta, probablemente fuese negra también.
Sus ojos se empezaban a cerrar, cansados de la incesante luz que notaba en los ojos, en ese momento alguien abrió la puerta no distinguía a la persona solo una alta figura. La vista le empezaba a fallar más y más, empezaba a ver borroso.

- No te duermas, ahora vamos a jugar. -Esa voz le resultaba familiar, pero su dolor de cabeza no le permitía pensar.
- ¿A jugar? -Notó como su voz temblaba, él nunca se había dejado asustar por nada y ahora lo estaba.   

Transcurrieron unos largos minutos que le parecieron horas y sus muñecas, doloridas de tenerlas amarradas con una cuerda muy fuerte, empezaba a dejar de notarlas. Todo daba vueltas a su alrededor pero sabía que todo seguía igual de estático, ¿qué le estaba pasando? Intentó patalear pero enseguida notó que sus piernas también se encontraban atadas, en este caso a las patas de la silla de madera, eso era un inconveniente si hacía un mal movimiento caería. Abrió un poco más los ojos para mantenerse despierto, intentaba pensar en algo que le entretuviese pero cada vez que intentaba pensar algo su dolor de cabeza empeoraba y realmente, no podía pensar más allá de lo que estaba viviendo. ¿Dónde estaba? ¿Cómo había llegado? ¿Quién era esa figura? ¿A quién le recordaba su voz? ¿De qué lo conocía? ¿A qué se refería con “vamos a jugar”? Entre tantas preguntas no encontraba tiempo para intentar responderlas. Podría ser alguien que le odiase pero ¿quién? No recuerda a ninguna persona con la que hubiese tenido un mal momento, nunca fue odiado por nadie, o eso pensaba hasta ahora. Intenta recordar dónde estaba antes de despertar en ese zulo, recuerda a su madre y...

- Bueno, antes de nada debes comer algo, llevas 15 horas inconsciente y es malo no beber ni comer nada.
- Hmmm...
- Esto es un pañuelo que utilizaré para vendarte los ojos así no tendrás que preocuparte más por la luz.
- HMMMM... -de su voz ya no podían salir palabras, ni siquiera era capaz de abrir la boca para gritar, era como si le hubiesen amordazado aunque realmente no sucediera así.
- Veo que no tienes muchas ganas de hablar. Me costó demasiado pillarte¿sabes? , no te separas de tu madre ni un solo minuto pero de repente entraste en ese callejón y entonces, fue tarea fácil. El único problema que me surgió fue ese viejo, Isaac creo que se llama quien intentó interponerse entre tu cuerpo y el mío pero al ver que estabas tan decaído tras el golpe que te asesté se me ocurrió la excusa perfecta “acaba de recibir un golpe y se ha desmayado, es necesario llevarlo al hospital con urgencia”
- ¡CALLA! -Recordó al viejo Isaac, él le había cuidado en muchos momentos no podía ni quería saber si le había ocurrido algo, por lo menos ahora no.
- ¿Te rebelas?
- No, pero no quiero oirte.
- Pues te quedan muchas horas y días aquí dentro, así que empieza a acostumbrarte.
- Quítame la venda, quiero verte.
- No pequeño Ian, no.


Después de intervenir por última vez no quiso seguir con la conversación, el secuestrador le propinó un duro golpe en la barbilla que lo dejó inconsciente de nuevo. No sentía nada por ese chico o eso intentaba, eran las órdenes de su superior y tenía que cumplirlas por mucho cariño que le tuviese.
Se encaminó hacia la puerta y antes de cerrarla se dio la vuelta y miró por última vez a Ian, no le había hecho mucho daño pero al final no le había dado tiempo a comer en un rato volvería a pasar por la habitación, prepararía una tortilla y verduras y repasaría la ficha del secuestrado para ver si se beneficiaba de buena salud o en su caso contrario contraía alguna enfermedad que fuese necesario saber, incluida alergias hacia algún alimento.

No estaba acostumbrado a aquella casa todavía, hacía años que no pasaba por ella pero fue capaz de reconstruirla en muy poco tiempo a escondidas de su familia, era necesario su secreto sin embargo, era muy difícil de esconderla de todo el pueblo sabía que en algún momento se enterarían y no le serviría de nada, es incluso probable que la reclamasen. Se acerca a la cocina y abre el frigorífico, no pensaba quedarse mucho más de una semana por lo tanto la comida brillaba por su ausencia. Saca dos huevos, calienta un poco de aceite en la sartén y empieza a batir en los huevos.

Un sonido incesante llega a sus oídos de la habitación contigua.

Ya está otra vez el maldito teléfono.

Lo deja sonar, ni siquiera se preocupa en ir a cogerlo pero una vez que corta solo tarda quince segunos en volver a sonar. Deja los huevos a medio batir encima de la mesa de la cocina y se aleja para ir a cogerlo no obstante cuando llega lo vuelve a dejar sonar un poco más, no es una persona muy amante de los teléfonos su frase siempre ha sido “los teléfonos se inventaron para acortar distancias y no para alargar conversaciones” pero a la mayoría de la gente le gustaba la segunda parte, alargar las conversaciones y a él no le gustaba. Además ¿quién podría llamarle? Ni siquiera su jefe sabía dónde se alojaba, no tenía porqué saberlo. El teléfono seguía sonando así que no tuvo más remedio.

- Hola Carl al habla, ¿quién es?
- ¿Lo tienes? -Nada más escuchar la pregunta se supuso que sería su superior, pero no sabía como había conseguido su número.
- Lo tengo.


10 comentarios:

  1. Nora, no he podido esperar y ya me he puesto al día, ya estas corriendo a escribir o ha poner el siguiente, esta genial y muy inetresante, gracias. un besito, me tienes esperando.

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    1. Vi que comentaste en los dos capítulos pero te respondo en uno solo!!!
      Me alegro que te haya gustado tanto como para leerlo hoy, espero que estés aquí el próximo día, seguiré avisando como siempre que sino aquellos que no se acuerden no lo leen jejeje.
      Ya estoy en proceso de escribir el 16 lo tendré para el jueves o el viernes, porque me gusta darle un par de repasos antes de colgarlo por si hay cosas en la historia, nombres por ejemplo que no cuadren.
      Un saludo muy grande.

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  2. Una historia de creciente interés, capítulo a capítulo.

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    1. Se había borrado tu comentario, ni idea por que.
      Muchas gracias, espero que la sigas leyendo jajaja.

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  3. Otra vez me dejas con la miel en los labios,Nora! Dios ; )..Bueno pronto el siguiente capítulo, cuídate y saludos en la distancia

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    1. Otra vez a esperar, pero no será muy larga te lo aseguro. Un besito, cuidate.

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  4. Esta Genial, sigue... espero el siguiente capi. Abrazos :)

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    1. Muchas gracias por leerme(lo siento he estado ocupada)
      En unos minutos pondré el siguiente capítulo, espero tu comentario o tu visita.
      Un besito

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  5. Me ha encantado. Espero poder seguir leyendo pronto ^^

    Un saludo e invitación especial desde:
    Los delirios de Pandora

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    1. Me pasé por tu blog, realmente magnífico cuando tenga más tiempo paso y te comento.

      Muchas gracias, espero que te guste el siguiente capítulo. Un saludo.

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